Ya no quiero ir al colegio
Lara era una
niña feliz y risueña, pero no todos los niños la veían así.
Era la
gordita de la clase, la foca, la rellenita, el tonelete…y todos esos
descalificativos que nos hacen “reir”
A Lara le
gustaba mucho ir al colegio, era buena estudiante y se le daba muy bien las
manualidades, pero cada día tenía que soportar los mismos insultos de sus
compañeros.
La clase de
gimnasia se convirtió para ella en un auténtico suplicio. La gorda de Lara no
puede saltar el potro ni subir a las espalderas, escuchaba una y otra vez entre
risas.
Pasaron los
días y Lara seguía sin volver al
colegio. Los compañeros extrañados preguntaron a la profesora; que duramente
les contestó; Lara ya no vendrá más a clase, ahora ya no tendréis de quien
reíros.
Los niños se
miraban unos a otros pensando a quien le tocaría ahora ser la víctima, el
objetivo de todas las burlas.
Lo triste de
esta historia es que todos podemos ser víctimas o verdugos sin darnos cuenta,
pero siempre hay alguien que sufre las consecuencias.
Si sufres acoso, insultos o cualquier tipo de vejaciones, habla sin miedo, te van a escuchar y ayudar.